Adaptarse o ser feliz?
Dicen que después de la tormenta llega la calma.
Que después de una larga noche siempre termina amaneciendo un nuevo día.
Dicen que los amores de la juventud se pierden en el tiempo, aunque nunca se olvidan... Dulces e inocentes... nos faltaba experiencia.
Cuando sientes el amor por primera vez, crees que será eterno, pero no te hagas demasiadas ilusiones, habrá muchos obstáculos que entorpecerán el camino para cumplir tu ansiado sueño.
Dicen que hay amores tan hermosos, que aunque no duren para siempre y pasen otros amores, nunca se olvidan.
Un día consigues a ese alguien a quien aferrarte con pasión, y crees que será el eterno amor de tu vida, pero el paso del tiempo te dirá que sólo fue un mientras tanto, porque según pasen los años te darás cuenta de que más que amor es costumbre, rutina, o la famosa zona de confort de la que tanto se habla en estos tiempos.
Habrá muchos que lleguen juntos al final del camino, con tropiezos, desencantos y aburrimiento, pero como dicen por ahí, el roce hace el cariño, y eso les mantendrá unidos, que para nada es sinónimo de felices.
Otros muchos despertarán con los golpes de la vida, a esos les costará un poco más salir adelante, pero ganarán sabiduría y tal vez no consigan volver a amar, pero es posible que aunque sea al final del camino, consigan encontrarse a sí mismos, y se sentirán orgullosos de haber llegado hasta el final por sí solos, aun siendo abucheados por la multitud que siempre juzga sin saber.
Y quizás, en plena madurez, donde ya no es tan fácil escuchar un te quiero, donde una atracción te lleva al deseo, y hay plena libertad para amarse sin papeles, sin ataduras, simplemente porque sí, porque es lo que sientes, es posible que algunos afortunados vuelvan a sentir florecer ese amor, parecido al de aquella juventud que se perdió en el tiempo, eso sí, ahora con la ventaja de la experiencia para no volver a cometer los mismos errores y saber que en esta vida estamos de paso y que lo que tienes claro es que ya no vas a estar donde no quieres estar, que lo que opinen los demás no es tu problema y que la vida sólo es una y hemos venido a vivir, no a complacer a los demás.
Debería de haber un manual para aprender a amar, para que la rutina no se entrometa en las relaciones y nos haga buscar lo que nos falta en otra piel, en otros labios, en definitiva, buscar ese afecto que tanto necesitamos en otros brazos.
L.A.V.
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